Hoy, 7 de febrero, Amaral nos abre las puertas de su particular paraíso con el lanzamiento de Dolce Vita, su esperado noveno álbum de estudio. Este trabajo, compuesto por 15 canciones, es mucho más que un disco: es un refugio, un grito de esperanza y un canto a la libertad. Tras los adelantos de temas como Rompehielos, Ahí estás, Libre, No lo entiendo, Los Demonios del Fuego y el single homónimo Dolce Vita, el dúo zaragozano nos presenta una obra que promete convertirse en un clásico de su discografía.
Eva Amaral y Juan Aguirre describen este álbum como su "jardín del Edén", un lugar donde todo es posible, donde la vida se redescubre con asombro y donde la libertad no es un eslogan vacío, sino una experiencia real. "Es el río eterno al que nos lanzamos sin pensar. Es la flor que nace partiendo en dos el asfalto, el corazón caliente en noches heladas. Es querer sin pedir nada a cambio", explican los artistas.
Dolce Vita es un disco que se siente como un menú degustación musical, en palabras de Jordi Évole, quien lo define como "un disco de los de antes, de escuchar de principio a fin". Cada canción es un plato único, con sabores y texturas que combinan la experiencia de más de dos décadas de carrera con la valentía de seguir innovando. Es un álbum que grita y susurra, que golpea y abraza, que coloca la libertad en el lugar que merece, lejos de los clichés y las modas pasajeras.
Victoria Martín, otra de las voces que ha elogiado este trabajo, asegura que escuchar Dolce Vita es como recibir un chute de vida: "Me daban ganas de salir corriendo, coger a la primera persona que viera por la pechera y gritarle: ‘¡Estamos vivos, ¿me oyes?! ¡Vivos!’". Y es que Amaral, con su música, nos recuerda que en un mundo contaminado por el ego y la superficialidad, aún hay cosas auténticas que merecen la pena.
Iván Ferreiro también destaca la capacidad de Amaral para encontrar luz en los tiempos oscuros: "No evitan hablar de lo que les importa, ni escapan de los problemas, pero sus canciones consiguen encontrar un camino para la esperanza".
Con Dolce Vita, Amaral no solo nos regala un disco, sino una experiencia. Es un viaje emocional que nos invita a reflexionar, a sentir y a celebrar la vida. Y, como siempre, nos deja con ganas de más: de escuchar estas canciones en directo, en el hábitat natural de Eva y Juan, donde su música cobra una dimensión aún más mágica.
Gracias, Amaral, por seguir siendo un faro de autenticidad y compromiso en un mundo que necesita más que nunca de vuestra luz. Dolce Vita ya es nuestro, y no podríamos estar más agradecidos.