España tenía una cita esta noche con Antena 3 para presenciar uno de los momentos más esperados de la televisión: la final de 'Pasapalabra' entre los concursantes Óscar Díaz y Moisés Laguardia.
Tras numerosos enfrentamientos, ambos se plantaban hoy frente al desenlace final en una batalla de conocimientos y estrategia que ha mantenido a la audiencia pegada a la pantalla durante semanas.
Antes del emocionante final, los duelistas visitaron el programa de 'El Hormiguero'. Óscar Díaz contó que había dedicado los últimos dos años a prepararse para el programa, buscando una rutina y concentrándose en mejorar su rendimiento.
En su primera aparición en 'Pasapalabra', Óscar Díaz explicó que, si ganaba el bote, lo destinaría a cubrir necesidades básicas y proporcionar seguridad a sus seres queridos, y hoy, tras ganar el bote lo ha corroborado.
Tras el desenlace hemos podido ver a un Oscar visiblemente emocionado. La primera persona con la que ha querido hablar ha sido su madre, a quien inicialmente ha gastado una pequeña broma, haciéndole creer que había sido eliminado. Posteriormente ha hablado con su mujer, que también se mostraba emocionada y sorprendida.
Por su parte, Moisés se despedía de Pasapalabra agradeciendo al equipo su trato, ya que decía sentirse como con su propia familia durante todo este tiempo.
Según la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (LIRPF), los premios de concursos llevan una retención del 19%. De los 1.816.000 euros, Hacienda se queda con 345.040 euros, dejando al ganador con 1.470.960 euros. Además, Óscar tendrá que tributar en los tramos habituales por IRPF tanto por el bote como por los premios adicionales por sus victorias en 'El Rosco'.
Hace un año, Rafa Castaño hizo historia al ganar el bote de 'Pasapalabra' en una única jugada perfecta, llevándose más de 2 millones de euros. Ahora, más de un año después, Óscar Díaz sigue sus pasos al ganar el premio de 1.816.000 euros.
Óscar Díaz, con su bote millonario, y Moisés Laguardia, con su impresionante racha de victorias, han dejado una huella imborrable en la historia de 'Pasapalabra', manteniendo a los espectadores en vilo hasta el último segundo.