El pasado miércoles, 9 de enero, Cádiz se convirtió en el epicentro de un acontecimiento histórico: la princesa Leonor, heredera al trono, se embarcó en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, siguiendo los pasos de su padre, el rey Felipe VI, y de su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I. Ambos completaron su formación naval en este emblemático barco, que es mucho más que un buque: es un símbolo de la tradición y la excelencia de la Armada Española.
Así ha sido la llegada de la Princesa de Asturias al Puerto de Cádiz para incorporarse al Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano” y continuar su formación naval como guardiamarina de primero.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) January 8, 2025
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Este sábado, 11 de enero, el Juan Sebastián de Elcano zarpará con 76 guardamarinas a bordo, entre ellos la princesa Leonor, para cruzar el Atlántico en un viaje de seis meses que los llevará a América. La despedida en Cádiz será un evento multitudinario, con la presencia de los reyes, una misa en la iglesia de Santo Domingo, salvas de honor y la tradicional procesión de la galera. A las 12:00, el buque partirá, marcando el inicio de una travesía que combina formación, tradición y desafío personal.
El Juan Sebastián de Elcano, construido en 1927, es uno de los barcos más icónicos de la Armada Española. Este buque escuela, de casi 100 años de historia, no es un buque de guerra, sino un velero diseñado para la formación de los futuros oficiales de la Armada. Desde su creación, ha sido el lugar donde se han formado todas las promociones de oficiales, convirtiéndose en una auténtica "embajada flotante" que representa a España en los puertos que visita.
Según el almirante en la reserva Juan Rodríguez Garat, el buque tiene un papel fundamental en las fuerzas armadas, ya que pone el foco en las personas. Durante los seis meses de travesía, los guardamarinas no solo aprenden las técnicas de navegación, sino que también enfrentan retos personales y profesionales que los preparan para su futuro en la Armada.
La rutina diaria en el Juan Sebastián de Elcano es intensa y desafiante. Los guardamarinas, incluida la princesa Leonor, deberán compaginar la formación marinera con el componente militar y académico. Durante la travesía, aprenderán a entender la mar, enfrentándose a sus retos y peligros, mientras conviven en espacios reducidos con otros 76 compañeros.
El mayor reto para Leonor y el resto de los guardamarinas será la convivencia durante seis meses lejos de sus hogares, en un entorno que exige disciplina, trabajo en equipo y resiliencia. Además, deberán superar las asignaturas académicas que forman parte de su formación naval, lo que añade un componente intelectual al desafío.
El Juan Sebastián de Elcano zarpará de Cádiz para cruzar el Atlántico y dar la vuelta a América del Sur. La ruta incluye el paso por el Estrecho de Magallanes, el regreso por el Canal de Panamá y una parada en Nueva York antes de regresar a España. Aunque este viaje es relativamente corto en comparación con otras travesías del buque, que ha dado varias veces la vuelta al mundo, es suficiente para cumplir con los objetivos académicos y formativos.
América es un destino tradicional para el Juan Sebastián de Elcano, que en cada viaje visita puertos emblemáticos del continente. Esta conexión histórica y cultural refuerza el papel del buque como embajador de España en el mundo.
La partida del Juan Sebastián de Elcano siempre es un acontecimiento especial en Cádiz, pero la presencia de la princesa Leonor ha despertado una expectación sin precedentes. La ciudad se ha vestido de gala para despedir al buque, con actividades que incluyen la misa en Santo Domingo, salvas de honor y la procesión de la galera.
Los gaditanos sienten un cariño especial por la princesa, y muchas personas de otras localidades se han desplazado para ser testigos de este momento histórico. Cádiz, que ha visto partir al Juan Sebastián de Elcano en numerosas ocasiones, vive esta despedida como un evento único, al igual que lo fue cuando el rey Felipe VI y el rey emérito Juan Carlos I realizaron su formación naval en este mismo barco.
El interior del Juan Sebastián de Elcano combina tradición y funcionalidad. Aunque no es un buque de lujo, está diseñado para cumplir con las necesidades de formación y convivencia de los guardamarinas. Los espacios son reducidos, con camarotes compartidos y áreas comunes destinadas al estudio, la formación y la vida diaria.
El buque cuenta con una cubierta principal donde se realizan las maniobras de navegación, así como aulas y espacios para las clases teóricas. La convivencia en estos espacios limitados fomenta el trabajo en equipo y la camaradería, valores esenciales para los futuros oficiales de la Armada.
La travesía de la princesa Leonor en el Juan Sebastián de Elcano no solo es un paso más en su formación, sino también un símbolo de continuidad y tradición en la Casa Real. Siguiendo los pasos de su padre y su abuelo, Leonor afrontará un viaje lleno de retos personales y profesionales que la prepararán para su futuro como reina.
El Juan Sebastián de Elcano, con su rica historia y su papel en la formación naval, es el escenario perfecto para este capítulo en la vida de la princesa, que sin duda quedará grabado en la memoria de todos los españoles.