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Tras conocerse la noticia de su última y definitiva absolución, el expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, ha sido entrevistado por el periodista Albert Castillón en su programa y canal de YouTube, Castillón Confidencial. Camps se mostró feliz, tranquilo y convencido de que este es el final del calvario judicial al que ha sido sometido desde que comenzara la causa de los trajes que le hiciera abandonar la presidencia de la Comunidad Valenciana y retirarse temporalmente de la primera línea política.
Camps ofreció algunos datos sorprendentes sobre su proceso judicial: más de 100 jurados, jueces o magistrados han tenido que tomar decisiones sobre su situación procesal, y más de 600 personas han sido interrogadas en sede judicial para responder a la pregunta “¿El señor Camps dio alguna vez alguna indicación para alguna cosa?”. Por fin, todo esto ha quedado atrás, y Paco Camps reaparece tras 10 causas judiciales y una persecución política y mediática de más de 15 años, con la vista puesta en próximos retos y una conversación pendiente con el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo.
Según relató en la entrevista, en todo este tiempo ha vivido centenares de días de "oscuridad absoluta" en los que su familia y amigos “han tenido que tirar de mí”. Él y su entorno siempre tuvieron claro que todo formaba parte de una estrategia de difamación y destrucción personal. A pesar de estos desafíos, Camps ha mantenido una carrera laboral exitosa, pero su verdadera pasión sigue siendo la política.
Camps expresó su deseo de regresar a la política en el Partido Popular, un partido al que ha estado vinculado desde sus inicios, cuando “ponía sillas en la plaza de toros” durante los mítines. Destacó la necesidad de que la derecha acuda unida a las citas electorales para lograr la mayoría absoluta necesaria para desbancar a Pedro Sánchez. Según Camps, cuando esto ocurra, no será el momento de hacer colegios y hospitales, sino de reconstruir la convivencia y el espíritu democrático y de unidad que existía en España y que, en su opinión, el actual presidente está destruyendo.
Durante la entrevista, Camps también recordó con cariño a su compañera del PP, la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, fallecida en 2016. Según Camps, Barberá murió víctima de una "sobredosis de tristeza, de incomprensión, de persecución en la calle, de escraches, de insultos", a pesar de haber entregado su vida a la ciudad de Valencia, al PP y a España.
Camps instauró en la cámara valenciana la costumbre de comparecer semanalmente en una sesión de control, una práctica que reafirma su compromiso con la transparencia. A día de hoy, sigue militando en el PP, nadie le ha retirado el carnet, y sigue perteneciendo a los órganos de dirección como miembro nato, aunque hasta ahora no ha acudido a las reuniones para no empañar la imagen del partido.
Con ilusión renovada y ganas de aportar su conocimiento y experiencia a su partido y a la vida pública, Francisco Camps se muestra preparado para enfrentar nuevos desafíos y contribuir al futuro de la política española.
