La historia de la croqueta comenzó en la refinada cocina francesa del siglo XVIII, donde el término "croquer" (crujir) dio nombre a este bocado. Sin embargo, fue en España donde encontró su segundo hogar, convirtiéndose en protagonista de la cocina casera y en símbolo de reuniones familiares.
Un mundo de sabores crujientes
La magia de la croqueta radica en su versatilidad. Cada cultura la ha adoptado y adaptado, creando versiones únicas que reflejan sus tradiciones culinarias:
Japón: Las "korokke" son el equivalente nipón, elaboradas con una base de patata y rellenos que van desde carne picada hasta curry. Su rebozado panko les aporta un crujiente característico.
Holanda: Los "bitterballen" son pequeñas delicias esféricas rellenas de ragú de carne, imprescindibles en los bares holandeses como aperitivo junto a la cerveza.
Italia: Aunque los "arancini" sicilianos son primos lejanos, comparten el espíritu: arroz cremoso relleno de ragú, queso o piselli, envuelto en un crujiente manto dorado.
India: Las "aloo tikki" representan la versión especiada, donde la patata se mezcla con especias como el comino, cilantro y garam masala.
La revolución de la croqueta moderna
Los chefs contemporáneos han elevado la humilde croqueta a la alta cocina, encontrando nuevas variedades y sabores, como croquetas de bogavante con bechamel de su coral, versiones veganas de setas silvestres y trufa, croquetas de cocido con aire de hierbabuena, o creaciones con tinta de calamar y alioli de azafrán
El arte del aprovechamiento
La croqueta nació como una solución ingeniosa para aprovechar las sobras, y hoy, en tiempos de consciencia sobre el desperdicio alimentario, cobra nuevo significado. Es un ejemplo perfecto de cocina sostenible y economía circular en la gastronomía.
Secretos de la croqueta perfecta
Los expertos coinciden en algunos puntos clave:
Curiosidades que sorprenden
¿Por qué nos enamoran las croquetas?
Más allá de su sabor, las croquetas son memoria y emoción. Son las manos de la abuela trabajando la masa, son domingos familiares, son el aroma que inunda la cocina y promete felicidad. Son el plato que une generaciones y culturas.
En este Día Internacional de la Croqueta, celebremos la diversidad y creatividad que representa este humilde bocado. Ya sean de jamón, de boletus o de curry, las croquetas nos recuerdan que la buena cocina no entiende de fronteras. ¿Te atreves a probar una nueva versión hoy?
La croqueta en cifras: