Durante dos días (24 y 25 de agosto), las localidades asturianas de Tazones y Villaviciosa conmemoran como cada año el desembarco del entonces príncipe Carlos de Habsburgo, que llegaba para tomar posesión de la corona española.
En septiembre de 1517, en concreto el día 19, el joven príncipe desembarcó en la villa marinera de Tazones con su corte. No estaba previsto que desembarcara en este punto de la costa asturiana, pero las malas condiciones climatológicas y de la mar precipitaron su llegada, y propiciaron que esta se produjera en Tazones.
Tras su llegada a Tazones, y ante la ausencia de alojamiento para tantas personas en la pequeña villa asturiana, el príncipe y su corte se alojaron en Villaviciosa. Posteriormente partieron hacia la ciudad de Oviedo para proseguir su viaje hacia la capital del Reino.
Así, desde 1982 se celebra esta efeméride. con la recreación del desembarco, el paseo del monarca y su séquito por las calles del casco histórico de Villaviciosa, actividades propias de la época, una regata, y una ruta senderista. Esta celebración es Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias.
Esta llegada marcó el comienzo de su reinado en España. Carlos V fue coronado rey en 1516 en la Corona de Castilla y, más tarde, en 1519, se convirtió en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Su llegada a España tuvo un impacto significativo en la política y la historia de la región, ya que trajo consigo influencias y dinámicas de poder de otras partes de Europa.
A lo largo de su reinado, Carlos V enfrentó diversos desafíos, como conflictos religiosos, guerras y tensiones políticas. Su imperio abarcaba vastos territorios en Europa y América, lo que lo convirtió en uno de los gobernantes más poderosos de la época. Su legado incluye contribuciones al arte, la cultura y la política, así como su participación en eventos históricos importantes, como la Reforma Protestante y las luchas por el poder en Europa.