Durante la Segunda Guerra Mundial, España se encontraba en una posición delicada. Bajo el régimen de Francisco Franco, el país optó por una política de neutralidad, aunque con simpatías hacia las potencias del Eje. A pesar de esta neutralidad oficial, España jugó un papel crucial como terreno para operaciones de espionaje y contraespionaje de ambos bandos.
En este contexto, emergió la figura de Juan Pujol García, más conocido como Garbo. Nacido en Barcelona en 1914, Garbo desarrolló un profundo rechazo hacia los regímenes totalitarios como la Alemania Nazi. Con su primera esposa, Araceli González, decidió contribuir al esfuerzo de los Aliados para poner fin a la guerra. A pesar de ser inicialmente rechazado por los servicios secretos británicos, Garbo fue reclutado por los servicios de inteligencia alemanes, donde se convirtió en agente doble.
La pieza maestra de Garbo en el tablero de la guerra fue la Operación Fortaleza, conocida como "Fortitude". Convenciendo al alto mando alemán de su valía, Garbo diseñó una estrategia para engañarlos sobre el lugar del desembarco aliado. Convencieron a Hitler de que el desembarco tendría lugar en Calais, no en Normandía. Este engaño fue fundamental para el éxito del Día D.
Después de la guerra, Garbo desapareció del radar, fingiendo su propia muerte. Sin embargo, su contribución al esfuerzo aliado fue monumental, cambiando el curso de la guerra y allanando el camino hacia la victoria. La historia de Garbo, narrada en un documental de RTVE, es un recordatorio del poder del ingenio y la valentía individual en los momentos más oscuros de la historia humana.
A pesar de este intento de desaparecer de la vida pública, la historia de Garbo no terminó ahí. En la década de 1980, un historiador británico llamado Nigel West (seudónimo de Rupert Allason) se embarcó en una búsqueda para descubrir la verdad sobre el paradero de Garbo. Después de una investigación exhaustiva, West encontró a Pujol viviendo en Caracas, Venezuela, bajo su nombre verdadero.
En 1984, Garbo reapareció públicamente cuando fue invitado al Reino Unido para recibir una serie de reconocimientos por su contribución durante la guerra. En una ceremonia emotiva, se le concedió la Medalla del Imperio Británico, un honor que simbolizó el reconocimiento oficial de su valentía y astucia durante uno de los momentos más críticos de la Segunda Guerra Mundial.
Juan Pujol García pasó el resto de su vida en Caracas, Venezuela, donde vivió en relativa calma junto a su segunda esposa, Carmen Cilia Álvarez, y sus hijos. A pesar de los desafíos que enfrentó, Garbo mantuvo un perfil bajo, evitando en gran medida la atención pública.
Falleció el 10 de octubre de 1988 en Caracas. Su legado, sin embargo, continúa vivo a través de las historias y reconocimientos que han surgido desde su redescubrimiento. La figura de Garbo sigue siendo un testimonio del ingenio, el coraje y la capacidad de un individuo para cambiar el curso de la historia.