El incendio que el 15 de abril de 2019 destruyó parcialmente la Catedral de Notre Dame marcó un punto de inflexión en la historia del emblemático monumento parisino. Cinco años después, la catedral se prepara para reabrir sus puertas el 8 de diciembre de 2024. Sin embargo, las imágenes publicadas recientemente del interior restaurado han desatado una acalorada polémica en redes sociales.
La transformación es evidente. Antes del siniestro, Notre Dame era un espacio definido por su penumbra y su atmósfera de recogimiento, donde el paso del tiempo se reflejaba en los muros oscuros y los detalles del mobiliario gótico. Ahora, tras su restauración, el interior luce luminoso y reluciente, con paredes impecables y bóvedas iluminadas, además de la eliminación de elementos históricos como el coro y el mobiliario antiguo.
Mientras algunos aplauden esta renovación por destacar la majestuosidad arquitectónica del edificio y asegurar su preservación futura, otros critican que se haya eliminado "la pátina del tiempo" y parte de su esencia histórica. “Iluminaron las bóvedas destruyendo la concepción gótica del edificio”, señalaba un usuario en redes sociales.
Los hitos de la restauración
El proyecto de restauración, liderado por el arquitecto Philippe Villeneuve, ha avanzado a pasos agigantados:
Aunque la reapertura oficial al público está prevista para el 8 de diciembre de 2024, las obras continuarán más allá de esa fecha. Entre ellas, la restauración de la cabecera y sacristía (2025), instalación de vidrieras (2026) y mejoras en el atrio y la vegetación del entorno, lideradas por el arquitecto paisajista belga Bas Smets (2027).
Curiosidades de la nueva Notre Dame
La restauración no solo se centra en la estructura, sino también en los elementos litúrgicos. El altar, el ambón y otros elementos de bronce han sido diseñados por la Fonderie Barthélémy Art, mientras que los jarrones sagrados de oro provienen de L’Atelier d’orfèvrerie Marischael. Las nuevas sillas, 1.500 en total, están hechas de roble macizo.
Por otro lado, la reliquia de la Corona de Espinas ocupará un relicario de 4 metros de altura, elaborado en madera de cedro, que se ubicará en el corazón de la catedral.
Además, la campanilla olímpica utilizada durante los Juegos de París 2024 se integrará en una de las torres, uniendo la historia reciente del evento deportivo con el legado del templo.
Un final simbólico
Las celebraciones de la reapertura comenzarán el 7 de diciembre de 2024 con un concierto en el parvis de Notre Dame que combinará música clásica, lírica y pop, con artistas como Clara Luciani y Vianney. La inauguración oficial incluirá la bendición del órgano restaurado y una misa inaugural el 8 de diciembre.