El 23 de septiembre de 2024, el huracán John, una tormenta de categoría 3, impactó en la costa sur de México, desatando su furia con vientos de hasta 190 km/h. A pesar de haber perdido intensidad en las horas siguientes, convirtiéndose en una depresión tropical con vientos de 55 km/h al día siguiente, el daño ya estaba hecho. La tormenta ha dejado un saldo de destrucción en infraestructuras, cortes masivos de electricidad y, lo más trágico, la pérdida de al menos tres vidas debido a deslizamientos de tierra provocados por las intensas lluvias.
La región, que aún se recupera del devastador huracán Otis de 2023, enfrenta nuevamente la furia de la naturaleza. En varias áreas cercanas a Punta Maldonado, el radar Sentinel-1 de Copernicus captó imágenes del ojo del huracán John mientras se acercaba a la costa, proporcionando datos esenciales para el seguimiento y gestión de la emergencia. Gracias a estos sistemas satelitales, las autoridades han podido coordinar esfuerzos para mitigar los daños, aunque la magnitud de la devastación es incuestionable.
Las autoridades mexicanas ya han comenzado las labores de limpieza y recuperación, aunque el impacto de la tormenta será recordado por mucho tiempo. Mientras tanto, el mundo sigue de cerca los esfuerzos para restaurar la normalidad en las comunidades afectadas.