Cada 1 de septiembre marca el inicio de la temporada de borrascas en España y otros países europeos del Grupo Suroeste, como Francia, Portugal, Bélgica y Luxemburgo. Este año, 2024, no es la excepción, y con él llega una nueva lista de nombres que identificarán a las borrascas que se espera que tengan un gran impacto en estas regiones.
Pero, ¿qué es exactamente una borrasca y cómo se nombran? Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), una borrasca es un sistema de bajas presiones a gran escala, caracterizado por vientos fuertes y precipitaciones intensas, que ocurre principalmente en latitudes medias y altas. Estas formaciones atmosféricas, también conocidas como ciclones extratropicales, son comunes en España durante los meses de otoño e invierno debido a la interacción de diversas masas de aire.
No todas las borrascas reciben un nombre. Solo aquellas que se espera tengan un impacto significativo en bienes y personas, conocidas como "borrascas de alto impacto", son bautizadas por los servicios meteorológicos. Para ser nombrada, una borrasca debe generar condiciones que lleven a la emisión de avisos de viento de nivel naranja o rojo en alguno de los países del Grupo Suroeste. En estos casos, el primer servicio meteorológico que emita el aviso es el encargado de asignar el nombre, siguiendo un orden alfabético previamente establecido.
Este sistema de nombramiento de borrascas con gran impacto comenzó en 2015 en el Reino Unido, Irlanda y los Países Bajos, y se extendió a España y otros países del suroeste europeo en la temporada 2017-2018. La práctica ha demostrado ser efectiva, ya que la población presta más atención a los avisos meteorológicos cuando las borrascas tienen un nombre, lo que facilita la comunicación y la adopción de medidas de seguridad.
Para la temporada 2024-2025, la lista de nombres incluye 21 opciones que alternan entre nombres masculinos y femeninos. La primera borrasca de esta temporada se llamará "Aitor", seguida por "Berenice", "Caetano", y así sucesivamente hasta llegar a "Wolfgang". Este orden alfabético asegura que cada borrasca sea identificada de manera única, lo que ayuda a evitar confusiones y garantiza una comunicación clara.
El nombre de una borrasca no solo tiene un valor identificativo, sino que también resalta la importancia de estar preparados ante fenómenos meteorológicos adversos. Conocer el nombre y la intensidad de una borrasca puede marcar la diferencia en la prevención de daños y en la protección de la población.
En resumen, mientras nos preparamos para la temporada de borrascas, es crucial entender cómo y por qué se nombran estas formaciones atmosféricas. La lista de nombres para la temporada 2024-2025 ya está lista, y con ella, la comunidad europea se prepara para enfrentar cualquier desafío climático que pueda surgir.