El BOE ha publicado este 12 de agosto la resolución del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que da la razón al municipio de Albarracín (Teruel) en el conflicto que mantenía con la ciudad de Cuenca por la propiedad de un monte de algo más de 2.000 hectáreas. Este histórico dictamen que respalda la pretensión del Ayuntamiento de Albarracín de modificar la línea divisoria con el municipio de Cuenca, no solo alterará la frontera entre ambas localidades sino también las fronteras entre las provincias de Teruel y Cuenca, así como entre las comunidades de Aragón y Castilla-La Mancha.
El litigio entre Albarracín y Cuenca por la inclusión de 2.000 hectáreas de territorio ha persistido durante siglos.
El problema reside en el monte El Entredicho, unos terrenos que, según argumenta el Ayuntamiento de Albarracín, aunque están dentro del municipio de Cuenca son propiedad de la localidad turolense, que además los explota. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ya había emitido informe respaldando la gestión territorial realizada por Albarracín sobre estos terrenos, lo que finalmente ha desembocado en el cambio de la situación actualmente establecida en la división oficial que sigue el curso del río Tajo.
Tras la confirmación del cambio por parte del Consejo de Ministros y la publicación en el BOE, la única vía que queda al Ayuntamiento de Cuenca es la del recurso ante el Tribunal Supremo, aunque será el Pleno del Consistorio conquense el que tendrá que acordar esta decisión.
Es curioso encontrar un caso de estas características en pleno siglo XXI, aunque no es el primero. La zona en disputa posee un alto valor ecológico y económico, lo que agrega complejidad al proceso de determinación de la frontera.