La presentación de la querella de Manos Limpias y la apertura de diligencias por parte de un juzgado de Madrid contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, ha desatado un debate sobre la integridad en el ejercicio del poder.
Ahora es Hazte Oír quien presenta una nueva querella, "en un acto de coherencia y en defensa del Estado de Derecho". Esta asociación ha decidido actuar "ante la pasividad de la Fiscalía General del Estado".
La querella no se basa en conjeturas, sino en una exhaustiva investigación respaldada por datos de archivos públicos. Se alega que Begoña Gómez utilizó su posición para establecer relaciones comerciales ventajosas y posiblemente influir en decisiones públicas.
El abogado y secretario de Hazte Oír, Javier María Pérez Roldán, subraya la rigurosidad y solidez argumentativa de la querella, respaldada por documentación detallada. Se argumenta que las acciones de Gómez podrían constituir delitos de tráfico de influencias.
El caso plantea interrogantes sobre la separación de poderes y la transparencia en el ejercicio del poder público. La confianza en la justicia y el apoyo de la ciudadanía son elementos clave en este proceso judicial en curso.
Según Hacte Oir, la querella presentada contiene un exhaustivo análisis de las posibles conductas delictivas llevadas a cabo por Begoña Gómez, contando con el debido apoyo documental.
Se alega que existen indicios relevantes de que la querellada ha utilizado su condición de esposa del Presidente del Gobierno de España para establecer relaciones comerciales y profesionales con diversas empresas y entidades. En este sentido, la querella indica que el 18 de febrero de 2022 se hizo pública una nota de la Embajada de Ghana en la que se aludía a Begoña Gómez como “esposa del Primer Ministro español” en el contexto de reuniones con el embajador para discutir posibles áreas de colaboración entre su oficina y Africa Center, entidad dirigida por ella. Nos encontramos, por tanto, ante un posible y grave caso de prevalimiento de su posición como esposa del Presidente para lograr un trato más favorable en su actividad profesional particular.
Igualmente, se alega que hay indicios de que Begoña Gómez se pudo ofrecer para influir ante su esposo, Pedro Sánchez, en el contexto de concesión de subvenciones, contratos y ayudas públicas. En este sentido, la querella alude a la posible concesión de contratos por influencia de Begoña, siendo beneficiarias entidades como Grupo Globalia o Inmark Europa.
Todas estas conductas y otras muchas enumeradas en la querella podrían ser constitutivas de diversos delitos de tráfico de influencias, figura tipificada en los arts. 429 y 430 del Código Penal.